NOLa energía solar fotovoltaica, al igual que otras energías renovables, constituye, frente a los combustibles fósiles, una fuente inagotable, contribuye al autoabastecimiento energético nacional y es menos perjudicial para el medio ambiente, evitando los efectos de su uso directo (contaminación atmosférica, residuos, etc) y los derivados de su generación (excavaciones, minas, canteras, etc.)
La generación eléctrica a partir de la radiación solar tiene nulos o mínimos efectos ambientales. No se producen emisiones de CO2, ni afecciones al terreno, aguas o flora y fauna y se trata de un sistema completamente silencioso. Además, en gran parte de los casos, se pueden integrar en los tejados de las viviendas, como un elemento constructivo más.